lunes, 6 de junio de 2011

La feria...

De nuevo, esta semana toca comentario de Proyecto Integrado, y debido a la fecha en la que nos encontramos, el tema es la feria de Medina Sidonia.

Y es que, sin duda, la feria es el momento de olvidar incluso que hay una cosa llamada instituto a la que debemos volver, es el momento en el que el único objetivo es el de terminar la feria diciendo: “Mejor no me lo he podido pasar”. Durante 5 días, la diversión, la música al tope y el acohol (para la mayoría) están a la orden del día; sin olvidarnos de las atracciones y su estrella: los coches de choque. Cada año, el programa de la feria no suele variar: actuaciones musicales todas las noches excepto el domingo noche, la proclamación el miércoles de la Asidonense Mayor Infantil y de la Juvenil. espectáculo de fuegos artificiales a las 00:00 del domingo como cierre de la feria etc...
este año me lo he pasado genial en la feria: ni crisis ni nada.
El miércoles, bajé con mis amigos a la feria, aunque no a tiempo para la inauguración, Para hacer la primera toma de contacto. Ver que atracciones habían venido este año (aunque nos la imaginábamos), ver las casetas, el ambiente, la gente con ganas de fiesta...
El jueves, mi clase quedó para comer en alguna caseta de la feria. Una vez comimos, nos fuimos a dar una vuelta por la feria. Luego volvimos a nuestras casas y bajamos de nuevo por la noche, aprovechando que era el día del niño, era el momento de comprar fichas en abundancia.
El viernes ocurrió sin novedades, bajamos por la noche y nos lo pasamos lo mejor posible.
Y llegó el sábado, entonces fue cuando se notó de verdad que estábamos en feria: las casetas abarrotadas, en las de marcha no cabía ni un alfiler, un incesante ir y venir de gente, y montarte en un coche-choque, misión imposible.
El domingo estuvo bastante bien, todavía quedaba un día entero de feria y el ambiente era bueno, pero conforme se acercaban las 12 de la noche, los ánimos se iban apagando, y a la hora de irse, tocaron fondo: no solo era el hecho de que se había acabado la feria, sino que teníamos la sensación de que un viejo amigo no muy deseado estaba a la vuelta de la esquina, el instituto nos estaba esperando

La feria, tal y como nosotros la conocemos y donde la conocemos empezó prácticamente ayer. Sus inicios datan del siglo XIII, y entonces era una reunión semanal de ganaderos quienes mostraban sus reses para venderlas. Con el paso del tiempo, este mercado ganadero semanal se convierte en uno anual. Desde entonces, la feria no ha cambiado mucho hasta bien entrado el siglo XX, cuando se empieza a perder el carácter de mercado de ganado y empieza a tomarse como una fiesta, en la que las atracciones, la diversión, los alumbrados y los adornos, se van convirtiendo en los protagonistas de estas fechas.

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