Como comentario de esta semana, debemos hablar sobre lo que pensamos sobre uno de los dos apartados que se propusieron en clase: Las once reglas de Bill Gates o bien, Las 10 normas a seguir para ser feliz. Yo he elegido el primero de ellos.
Como regla número uno, nos aparece una frase impactante que además nos proporciona información de lo fáciles de comprender y a la vez contundentes, que serán las siguientes: La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
Después de ésta, nos aparecen otras muy interesantes como: Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe, dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad, o al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
Todas nos hacen reflexionar sobre el modo en el que vivimos y lo que pensamos que será nuestro futuro. En poca palabras, las 11 se resumen en una idea clara. Nadie te dará nunca nada hecho. Si quieres llegar a ser alguien en la vida (y no me refiero con esto a ser director de una empresa si no también a trabajar en el campo, servir como camarero o ayudar con el cuidado de ancianos, trabajos tan honrados y necesarios como todos) deberás esforzarte todo lo posible, sacar lo mejor de ti mismo, confiar en tus posibilidades y, sobre todo, levantarte cada vez que te caigas durante tu camino hacia ello.
La mayoría de nosotros a nuestra edad pensamos muy parecido. Que cuando terminemos de estudiar conseguiremos un buen puesto de trabajo y, a partir de ahí, ganaremos nuestro propio dinero y podremos hacer con él lo que queramos sin tener que pedirlo a nuestros padres ni dar explicaciones de en qué lo vamos a invertir. Pensamos que lo merecemos todo y no soportamos que nos lleven la contraria o los planes no nos salgan bien. Pero después, la mayoría de veces, la realidad es otra. En la vida hay que ir subiendo paso a paso, aceptando lo que te toca con entereza y madurez, sin prisa pero sin pausa, como si de una escalera se tratase.
A lo largo de ella, conocerás a muchas personas que tendrán diversos papeles e importancia para ti.
Un jefe que “te haga la vida imposible” o incluso, si tienes suerte, otros que te ayudarán y te enseñarán a plantarle cara a los muchos problemas que te irán surgiendo a medida del tiempo. Ahora bien, hay que tener en cuenta que nada de esto será gratis. Deberás sacrificarte por tu trabajo y ser una persona digna de su confianza.
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