lunes, 8 de noviembre de 2010

...Destino: África...


El martes pasado empezamos a ver la película “En un rincón de África”.
Este filme se desarrolla un par de años antes de que los nazis asumieran por completo el poder en toda Alemania a principios de los años 40, pero se nota como sus ideales ya se estaban introduciendo en las mentes de determinados sectores de la población.
Los protagonistas son una familia de judíos de un nivel social bastante elevado al que se lo quitan todo por el hecho de pertenecer a una religión diferente, y que debe emigrar a áfrica para ponerse a salvo de las continuas injusticias que iban incrementándose sobremanera en todo el país.
Por esos años se realizaron cientos de “huidas” como ésta, por llamarlo de alguna forma, ya que sabían que esta sucesión de acontecimientos solo iban a ir en ascenso. Otros miles se quedaron, pensando que la condición en la que se encontraban solo duraría unos años, grave error que los condujo a la gran mayoría a la muerte. Los datos recogen millones de asesinados a manos de estos “seres superiores,” la gran mayoría judíos polacos.
Volviendo a la película hay que mencionar que este cambio no les sentó a todos por igual, el padre, que llegó meses antes que el resto ,ya se había adaptado muy bien al lugar, tenía un trabajo en una granja y había conocido a un hombre nativo que le había enseñado multitud de cosas. Antes había sido abogado pero de poco le servía donde vivía ahora y por eso la ayuda del otro señor le fue de tanta utilidad. A mi parecer, el hombre africano era una persona muy sabia, paciente y amable que ayudaba a todos sin esperar nada a cambio, tan sólo por el mero motivo de hacer bien a los demás y enseñar sus conocimientos a los que carecían de ellos.
De éste se hace pronto amiga la pequeña de la familia que es la que cuenta la historia, no es de extrañar, ya que siempre juega con ella e intenta que el brusco cambio no la deprima. Con él aprende a no tener miedo y buscar las respuestas en la naturaleza. La pequeña se caracteriza por una gran curiosidad y una forma de ver lo que ocurre a su alrededor totalmente inocente, que nos da que pensar en las tragedias que vivían los niños como ella que se habían quedado en Alemania y a los cuales estaban maltratando y matando sin que ni si quiera pudieran comprender el por qué.
La madre, a mi parecer, no se merece una valoración tan buena como los anteriores. Aunque también ha tenido que pasar por una gran transición, de muy rica a desoladamente pobre, no es capaz de apreciar lo que los demás hacen continuamente por ella. Al contrario, es como si creyese que se lo merece todo. No propensa a hacerse a la idea de que ya no puede tener lo que quiera, va aceptando muy lentamente que tendrá que quedarse en ese lugar por mucho tiempo, pero se nota que en su subconsciente guarda la esperanza de poder volver a su patria en un futuro inmediato y que su vida va a seguir su curso sin ninguna alteración a como era antes.

Por ahora la película me parece muy interesante y creo que refleja también muy bien los tiempos duros en la que está ubicada.

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