lunes, 31 de enero de 2011

... Los Carnavales de Cádiz...


En el comentario de tema libre de esta semana he decidido hablar sobre los carnavales de Cádiz. Cuyo origen se basa en las fiestas de Don Carnal justo antes de empezar la Cuaresma.

Esta fiesta declarada de atractivo turístico internacional me gusta desde que tengo uso de razón y es que mis padres también son muy aficionados a las comparsas y chirigotas que representan sus canciones cada mes de febrero desde hace, según me he documentado, seis siglos. Aunque claro, al principio solo eran unas fiestas normales que poco a poco con la influencia italiana (aparición de trajes y confeti) fue formándose hasta lo que en hoy día es gracias al periodo de tiempo en el que esta ciudad fue uno de los puntos clave del comercio mundial y donde se llevó a cabo una gran mezcla de culturas y costumbres que han hecho de ella una de las fiestas más atrayentes y divertidas.
Primero los comparsistas eran solo un grupo de hombres que se reunían e improvisaban algunas letrillas pero desde el siglo XVIII estas agrupaciones quedaban desde meses antes, ideaban canciones que representaran verídicamente su rutina real y las ensayaban para estos días tan señalados en los calendarios de todos los gaditanos.

Antes de que se construyese el gran teatro Falla, lugar donde se celebra el ya tan famoso concurso de agrupaciones (chirigotas, comparsas, coros, cuartetos, etc.) el sitio donde estos hombres actuaban, y digo actuaban porque no sólo cantan, si no que verdaderamente representan el papel de aquello de lo que estén disfrazados, era en la propia calle, donde deleitaban a todo aquel que pasaba con letras que, a mí al menos, a veces consiguen ponerme los bellos de punta. Aunque, claro está, fuera se sigue cantando y es que estas fiestas son famosas por el ambiente que hay en la calle en la que solo hay dos reglas: venir disfrazado y con muchas ganas de pasárselo bien.

Durante la dictadura del general Franco entre 1939 y 1975, los carnavales fueron prohibidos por su carácter festivo y poco religioso, pero según me han contado al pueblo no le importó mucho que hicieran esto y siguieron saliendo a celebrarlo a pequeños bares aún con el riesgo de que los metieran en la cárcel por desafiar a la autoridad.
En estos años el carnaval se pasó a llamar “Fiestas típicas gaditanas” para así desvincularlas del original desplazándose también en el calendario desde el se siempre mes de Febrero hasta Mayo excepto en Trebujena donde se negaron a cambiar la fecha y por eso fueron portada de importantes diarios como el ABC.
Pero en los años 70 con la llegada de la democracia esta clausura terminó y los carnavales pudieron volver otra vez y con más ganas que nunca por parte de sus incondicionales.

Una de mis chirigotas favoritas es la del “Selu” que cada año sorprende con nuevas ideas renovadoras y que con la banda de los “Enteraos” me gustaron tanto que aún en estos días recuerdo sus letras y me río como si las escuchara por primera vez. O también la comparsa de “El Vapor” que enorgullecieron al Falla con sus estribillos de ideales liberales. Y frases que, aunque no puedo recordar de quién las escuché siguen resonando en mi cabeza cómo esta "Quién te dice a ti Cádiz, que no eres cosa de magia..."

Los carnavales de aquí me importan tanto porque dan rienda suelta a la fantasía y a la libertad y porque he descubierto en sus estrofas rimas que verdaderamente me han llegado al corazón y que me han hecho llorar de la pena o de la risa. Cuentan la vida tal y cómo es, sin tapujos, tomándosela con un toque irónico único y además, poseen un gran romanticismo que utilizan casi siempre para idolatrar a nuestra tierra.

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