lunes, 17 de enero de 2011

Viajes


Esta semana el comentario va sobre un viaje muy especial que hayamos tenido, pero yo voy hablar de por qué no me gustan demasiado los viajes.

He ido de excursión a Córdoba, Sevilla y Huelva, y me perdí una excursión a Granada, aunque eso solo era porque simplemente no me gusta mucho viajar, y todos ellos fueron en autobús; pero lo que no me gustan nada son los viajes largos, y la principal razón por la que no me gusten es que normalmente son tan largos que debe ir en avión. Tengo un enorme e irracional miedo al avión. Según un artículo del periódico digital elmundo.es, solo un vuelo de cada 1,4 millones sufrió un accidente en el año 2009. A pesar de ello, mi opinión sobre ello no cambia. El año pasado, mi clase hizo un viaje a Londres, y aunque vinieron todos muy contentos, yo no me arrepentía de mi decisión porque sabía que habían tenido que coger un avión. Otro medio de transporte en el que nunca me montaría es el barco. Solo la posibilidad de que se hunda ya me hace rehuir.

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